Deut. 4:24; 9:3; Hech. 2:3; Heb. 12:29; etc.). Moisés vio que la zarza ardía en el fuego, pero la zarza no se consumía (v. 2). Dios puede tomar posesión de algo, o alguien, sin destruirlo. Como lo implica su nombre (v. 14), es el ser eterno quien tiene su propia fuente de poder y energía en sí mismo y que nunca tendrá fin. Su existencia no depende de la materia física. En este sentido, el fuego no estaba en la zarza sino en Dios mismo. La palabra hebrea para la zarza (seneh 5572) es similar en sonido
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